Alba Morales

Psicología

ENFADO: puede estar informándote de que se están traspasando tus límites y debes corregir esta situación o prevenir que vuelva a ocurrir.

TRISTEZA: puede aparecer cuando has vivido una pérdida, te ayuda a reflexionar sobre el valor que aquello tenía, a pausarte y recargar tus recursos de nuevo y a que tu red de apoyo conecte contigo.

EL "PROBLEMA" NO ESTÁ EN SENTIRLAS, SINO EN:

Hoy toca hablar de emociones, porque, a pesar de que continuamente las experimentamos, no siempre las entendemos, incluso, a veces, las vemos como enemigas. 

Algunas personas expresan "ojalá no sentir esto", "me gustaría no estar (inserte emoción aquí)", entre otra serie de cosas que dejan entrever la incomodidad que en ocasiones nos generan. Sin embargo, vamos a ver por qué está bien sentir lo que sentimos.

Que una emoción sea más desagradable de sentir que otra no significa que sea negativa o que sea malo experimentarla. Las emociones tienen su utilidad y cada una nos da un tipo de información valiosa para nuestro funcionamiento.

Son un motor para guiar la acción y contribuyen a tomar decisiones y resolver problemas. Y, como especie, nos han ayudado a nuestra supervivencia e interacción. Somos seres emocionales y no podemos quitar esa parte de nosotros (ni nos ayudaría). Además, en la vida pasaremos por muchas situaciones que nos suscitarán emociones. 

Emociones como el enfado, el miedo, el asco o la tristeza nos pueden resultar difíciles de tolerar, pero siguen siendo necesarias. Muchas veces, por la incomodidad y el malestar que sentimos, tendemos a huir de ellas, distraernos, intentar reprimirlas o controlarlas. 

Esto nos podrá dar resultados a corto plazo, pero siempre habrá situaciones en las que reaparezcan. Por ello, huir de ellas, desatenderlas o intentar tenerlas bajo control, no nos será beneficioso.

Cuando una emoción se queda estancanda dentro de nosotros, será recurrente en el tiempo, nos generará situaciones conflictivas y experimentarla nos será muy abrumador y aquí perderá su valor adaptativo.